TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN, PREVENIR Y ACTUAR A TIEMPO

 

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN, PREVENIR Y ACTUAR A TIEMPO

Santiago Bañuelos Martínez –Orientador y Profesor ESO-

 

            Anorexia, bulimia… dos palabras y tantas repercusiones detrás… Los trastornos de la alimentación son un problema más habitual de lo que parece en el momento en el que vivimos. La preocupación excesiva por el peso y la insatisfacción de la imagen corporal son los dos pilares sobre los que se asientan los problemas alimentarios.

 

            Últimamente, la unificación de las tallas, los escándalos en algunas pasarelas de moda, los medios de comunicación y el ‘ideal’ de belleza imperante nos hacen llevarnos las manos a la cabeza por las edades en las que, a veces muy tempranamente, llegamos a encontrar estas enfermedades. La alimentación es algo que debe cuidarse desde la más tierna infancia, algo en lo que es fundamental trabajar como eje transversal desde la familia y los centros de enseñanza. En la alimentación, y en los problemas derivados de ella, se debe intervenir desde la prevención.

 

            Dentro de los trastornos de alimentación (vigorexia, ingesta compulsiva, trastornos de conducta alimentaria no especificados…), nos centraremos en la anorexia y la bulimia nerviosa.

 

            La moda, el culto al cuerpo, las apariencias, el ideal de belleza, las influencias de la sociedad,…son factores que pueden influir en que nosotros, como personas, optemos por un estilo de vida no acorde con un estilo saludable, no acorde con lo que sería recomendable vivir y transmitir.

 

            Se entiende por anorexia nerviosa el trastorno que se produce cuando existe un rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla. Esta enfermedad será de tipo restrictivo cuando el/la paciente no recurre a la provocación del vómito, utilización de laxantes, etc. sino que utiliza la restricción alimentaria para controlar su peso. Por otro lado, será de tipo compulsivo/purgativo cuando se dan atracones y purgas con laxantes o vómitos voluntarios.

 

            A su vez, entendemos por bulimia nerviosa, también conocida como ‘hambre de buey’, la presencia de atracones recurrentes (ingesta de alimentos en un corto espacio de tiempo y sensación de pérdida de control sobre los alimentos), con conductas compensatorias inapropiadas para no ganar peso (vómitos, laxantes, diuréticos…), muy influido todo ello por la búsqueda de la silueta y el peso corporal. Al igual que en la anorexia, se observan los dos tipos antes comentados, purgativa y no purgativa, en función de lo que el enfermo emplea para controlar la ansiedad, la culpa y el peso corporal, que pueden ser laxantes y vómitos, o bien restricción alimentaria y/o ejercicio físico en la no purgativa.

 

            Padres, hijos y hasta familias enteras entran en una problemática de la que creen no poder salir. Pero estos enfermos no deben sentirse solos: hay más personas con su problema y las terapias, tanto individuales como de grupo, tanto de pacientes como de familiares, ayudan a, por lo menos paliarlo poco a poco ir saliendo del mismo.

 

            Los trastornos de la alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, dificultades de relación social, tristeza y otras muchas dificultades en las que el papel del psicólogo es fundamental para colaborar en la búsqueda de soluciones.

 

            El materialismo, la superficialidad, todo aquello que no nos deja mirarnos dentro de nosotros y reconocernos como somos, son lo que en ocasiones nos obstaculiza y no nos deja desarrollarnos integralmente como personas. La enfermedad mental es algo con lo que convivimos día a día; a nuestro lado, casi sin saberlo, son muchas las personas que necesitan de la psicología, que necesitan de la psicoterapia y que necesitan del trabajo que desde las familias y desde los distintos colectivos formados por equipos interdisciplinares (psicólogos, psiquiatras, endocrinos…) podemos ofrecerles. La solución es trabajo de todos, un reto del que ninguno de nosotros estamos ajenos. La prevención es necesaria, y merece la pena luchar por ello.

 

                                              

                                              «La belleza de una flor proviene de sus raíces».

 

 

 

WEBS ÚTILES:

http://www.acab-rioja.org

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http://www.protegeles.com