JÓVENES Y APUESTAS, CONTROLAR Y PREVENIR

 

A día de hoy, es complicado conocer exactamente lo que hacen nuestros adolescentes en su tiempo de ocio. Existen peligros reales que debemos conocer para prevenir, saber que están ahí, y ser capaces de dotarles de estrategias para que sean personas con criterio, sentido común y capacidad de toma de decisiones acertadas.

No podemos vivir ajenos a la realidad que nos rodea. Nuestros chicos y chicas van a tener a su lado multitud de situaciones que en otro momento eran impensables y, de lo que ellos elijan, puede depender en gran medida su futuro próximo.  

Ahora mismo, además de temas conocidos como el alcohol, el tabaco o las drogas, se han sumado otros como las nuevas tecnologías o el mundo de las apuestas.

Raro es pasar junto a un grupo de jóvenes y no ver a alguno pendiente de su móvil. Las redes de mensajería, las conexiones a internet en estos terminales, pagadas en la mayoría de los casos por sus padres sin ningún control de navegación, nos han llevado al punto de que las conversaciones cara a cara no son la parte más importante de una relación de amistad. La media de horas, sí, sí, horas que permanecen delante de una pantalla diarias es casi mejor ni decirla y el número de veces que consultan el móvil al cabo del día… cada uno que valore y haga sus cálculos.

En nuestras ciudades, existe ahora una proliferación de lugares de juego, y por juego me estoy refiriendo a lugares donde se genera y mueve bastante dinero. En la red, por otro lado, también existen páginas muy sencillas de manejar, anunciadas en los principales medios de comunicación, que consiguen enganchar a nuestros jóvenes realizando pequeñas apuestas que posteriormente pasarán a otras cantidades más importantes de dinero.

La típica quiniela que se rellenaba con los amigos hace años ha dejado paso a apuestas de todo tipo. Las clases de apuestas nos pueden llegar a sorprender si prestamos atención. Se invierte en el número de veces que saldrá el balón por el fondo sur en un partido, el número de goles que habrá en el mismo y si alguno será de falta o en cuántas tarjetas amarillas se mostrarán durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

Se han identificado algunos factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a tener problemas de ludopatía: factores psicológicos (alta impulsividad, necesidad de buscar sensaciones fuertes, dificultades para afrontar conflictos y baja autoestima), factores sociales (entorno favorecedor de juego desde edades precoces o haber sufrido situaciones traumáticas o estresantes) y factores biológicos.

Ya hay medios de comunicación que en alguna ocasión se han hecho eco de todo esto Hemos de ser conscientes de que puede resultar un problema para nuestros chicos por la adicción que se puede generar o para  las propias familias, que se ven desbordadas por una situación  que no conocen y en donde no saben cómo intervenir.

En muchas de estas situaciones no es un adulto el que participa, el que sabe controlar sus gastos y conoce dónde y cómo, sino menores de edad que, escondidos tras la red o contando con personas que actúan de intermediarios invierten cantidades de dinero más o menos importantes.

Creemos que es necesario hablar con ellos, explicar este mundo y ser capaces de hacerles entender con criterio propio. Este es el objetivo de hoy, hacernos conscientes de esta realidad que nos rodea e intervenir de forma preventiva desde nuestras casas, desde la familia, ojalá lo consigamos.

 

Para entender esta situación, nos parece importante citar los tres puntos que tiene que tener un “jugador responsable” y, muchos de nuestros jóvenes, no cumplen estos parámetros:

  1. El jugador responsable juega para divertirse y entretenerse, no para ganar dinero. Sabe que puede tener suerte y ganar, pero que también puede perder.
  2. Jugar responsablemente significa tomar decisiones basadas en hechos, manteniendo el control sobre el tiempo y el dinero que quiere gastar.
  3. Jugando responsablemente, hace que la actividad del juego sea una experiencia agradable, divertida, sin riesgo de daño a sí mismo, familia y/o amigos.

 

Añadimos a continuación algunas páginas web en donde podéis continuar investigando sobre este tema tan de moda en la sociedad actual y en donde podéis encontrar recursos para controlarlo.

 

 

                                                        SANTIAGO BAÑUELOS MARTÍNEZ

                                                                  Orientador ESO