¿POR QUÉ ES IMPORTANTE COMER DE TODO?

 

 

Algunos consejos para la introducción de sólidos en la dieta de los niños en la etapa infantil y su relación con el desarrollo del lenguaje.


Una de las preguntas más frecurrentes que se hacen muchos padres versa sobre el momento ideal para la introducción de alimentos sólidos en la dieta de sus hijos.

Si bien es cierto que la mejor fuente de alimentación de los niños hasta los seis meses es la leche materna, se recomienda comenzar con una alimentación complementaria a partir de los seis meses. En muchas ocasiones, no son los niños los que rechazan probar nuevos alimentos, sino que son los padres los que rehúsan dejar que sus pequeños empiecen a comer de todo. La vía principal por la que aprenden los niños tan pequeños es la imitación. Un bebé se interesa mucho por las actividades que hacen sus adultos de referencia, como por ejemplo, la alimentación. Es decir, un niño de un año en adelante es capaz de probar cualquier tipo de alimento de los que comen sus papás.


Muchas personas no comienzan a introducir sólidos por miedo a que sus hijos se atraganten. El aprendizaje de una correcta deglución solo se puede hacer cuando un niño se expone a situaciones en las que debe tragar alimentos. Cualquier comida que seamos capaces de deshacer con dos dedos (plátano, pasta…) es susceptible de ser tragado por nuestros hijos. Además, es muy positivo, que desde muy pequeños los niños puedan experimentar con cualquier alimento para que se familiaricen con todas las texturas y sabores. De este modo, un niño pequeño puede manipular con sus dedos, mordisquear, chupar un filete de ternera (se le debe ofrecer en trozos grandes para que no se los pueda meter enteros en la boca).

En la dieta infantil no hay por qué elegir una dieta basada en alimentos de textura sólida o triturada, sino que es más positivo introducir alimentos de todas las texturas (sólida, gelatinosa, grumosa, papillas, líquida…).


Una vez aclarada esta primera cuestión, conviene tratar de responder a otra pregunta. ¿Por qué es importante que nuestros hijos e hijas ingieran alimentos de todo tipo?

El primero y más evidente es que los niños y niñas deberían mantener una alimentación equilibrada en la que estén presentes todos los nutrientes necesarios para un buen crecimiento en todos los aspectos. No obstante, existe otra razón, en la que se pretende hacer hincapié en este artículo, que trata sobre la estrecha relación que existe entre la ingestión de alimentos sólidos y el desarrollo del lenguaje oral.

Esta razón se basa en que el lenguaje no solo consiste en aprender palabras, sino que tiene un componente motor. El aparato fono-articulatorio compuesto por los labios, la lengua, las mandíbulas, el velo palatino… es como cualquier otro del cuerpo del niño. Necesita ser entrenado para poder realizar todos los movimientos que exige el hablar correctamente. Por esta razón, morder, masticar, colocar la lengua correctamente, sellar los labios… son acciones que se entrenan comiendo alimentos sólidos y facilitan la movilidad y la precisión de los músculos de la boca.


Aquí os ofrecemos algunos trucos para favorecer el desarrollo del lenguaje oral a través de los hábitos de alimentación de nuestros niños y niñas:

  •      Es fundamental no prolongar el tiempo del uso del biberón o el chupete. Cuando se utilizan durante mucho tiempo, pueden desarrollarse malformaciones en dientes y encías que podrían provocar dificultades en la articulación de nuestros hijos e hijas.
  •     No tender a limpiar la boca a los niños cuando se manchan comiendo a la primera. Es recomendable que sean ellos quienes intenten hacerlo, pasando la lengua por los labios.
  •     El uso de pajitas es de mucha utilidad, combinado con el uso normal del vaso. Éstas permiten desarrollar la fuerza en los labios y controlar la lengua y la capacidad de succión.
  •      Intentar ser un buen modelo de masticación de nuestros niños para que éstos lo hagan sellando los labios y manteniendo la lengua dentro de la cavidad bucal.
  •     Tratar de no reforzar la costumbre de escupir la comida. Tragar los alimentos correctamente beneficia el desarrollo de la movilidad del velo del paladar, músculo participante en una gran cantidad de sonidos en los que es habitual la aparición de dislalias.
  •     Cuando se proporcione a los niños alimentos sólidos, se recomienda cortarlos en tiras y no en cubitos. De esta manera, nuestros hijos tienen mayor experiencia en cortar alimentos con sus dientes y así desarrollar fuerza en su mandíbula.


La última cuestión que vamos a tratar en este post es qué podemos hacer si nuestro hijo o hija se niega a comer alimentos sólidos.

A pesar de lo expuesto anteriormente, muchos niños y niñas no muestran interés en comer alimentos sólidos e incluso suelen desencadenar rabietas en ellos cuando les “obligamos” a comerlos.


Os ofrecemos a continuación algunos consejos para ir introduciendo alimentos sólidos en la dieta de nuestros pequeños.

  • Tratar, en la medida de lo posible, de no hacer un drama del momento de la comida. Se debe aprovechar cada pequeño logro del niño o la niña y reforzárselo positivamente con reconocimiento social (felicitándolo) o con algún premio.
  • Establecer un lugar fijo en el que se realizan todas las comidas para que el niño o la niña asocie el espacio con el acto de comer.
  • Comenzar a tomar los alimentos de forma escalonada según su textura. Por ejemplo, introducir primero comida triturada aumentando el nivel de espesor de la misma. Seguidamente, se puede probar a introducir comidas fácilmente triturables con los dientes (pan de molde, arroz, pasta, verduras cocidas, frutas blandas como la pera, pescados blancos como el lenguado, legumbres…). El siguiente paso podría ser introducir el pollo (partes blandas como el muslo o el contramuslo), carnes estofadas que se deshagan fácilmente… El último paso consistiría en la introducción de, por ejemplo, un filete de carne.
  • Una vez que hemos hecho un logro, es importante no dar pasos hacia atrás. Es decir, si sabemos que nuestro hijo o hija es capaz de tomar cierto alimento, no debemos sustituirlo por otro que le guste más o le resulte más fácil de masticar o tragar.
  • Elaborar un horario visual con las comidas de la semana en el que vayamos introduciendo (de forma jerárquica) alimentos nuevos. Se le puede ofrecer un premio al niño o la niña si logra cumplir el objetivo propuesto. Si existen dificultades, es esencial marcarnos objetivos pequeños.


Ya hemos observado la relación que existe entre el buen desarrollo del lenguaje y la ingestión de alimentos de diferentes texturas. Además, hemos podido ver algunos consejos para favorecer que nuestros niños y niñas superen las dificultades para comer ciertos alimentos. Por último, conviene advertir que cada niño es único y que conviene adoptar las estrategias que mejor le funcionen a la hora de adquirir unos buenos hábitos de alimentación.

 

 

Algunos enlaces de interés:

    Vídeo sobre cuándo introducir los alimentos sólidos a los bebés

    https://www.youtube.com/watch?v=CY4ItNmEAhs

Algunos elementos que relacionan el tipo de alimentación con el desarrollo del habla

https://www.revistamishijosyyo.com/la-alimentacion-primer-paso-del-desarrollo-del-lenguaje/

https://www.bebesymas.com/consejos/si-quieres-ayudar-a-tu-hijo-en-el-desarrollo-del-lenguaje-cambia-las-papillas-por-solidos

http://xn--daocerebral-2db.es/publicacion/articulo-relacion-entre-el-desarrollo-de-la-alimentacion-y-del-habla/

 

Laura Bueno y Diego Sáenz

Especialista en Pedagogía Terapéutica / Especialista en Audición y Lenguaje