Arroz Solidario
Eran las 7:50 cuando los primeros alumnos entraban al colegio con aparente normalidad y, por qué no decirlo, con cierta rutina. Un jueves más, con una pinta de que las nubes iban a descargar, por lo menos, alguna que otra
Eran las 7:50 cuando los primeros alumnos entraban al colegio con aparente normalidad y, por qué no decirlo, con cierta rutina. Un jueves más, con una pinta de que las nubes iban a descargar, por lo menos, alguna que otra