¿Qué hago si mi hijo se aburre?

Actividades para afrontar el aburrimiento.

“Papá, mamá me aburro” las veces que habréis oído esta frase de vuestro hijo o hija pero que en realidad os puede sorprender. La razón está en que estos niños/as están rodeados de muchas actividades extraescolares, tecnologías, deporte, juegos… Pero ¿qué pasa cuando llega el fin de semana o la época de vacaciones?

Es verdad, que actualmente los niños/as viven en un mundo donde la gran mayoría de su tiempo está muy estructurado y reprogramado. Y después de largo tiempo de actividad programada un niño se encuentra con puro “tiempo libre”, con el cual ya ni sabe que hacer, pierde su atractivo.

Entonces, tras la frase de sus hijos, los padres suelen contestar con sugerencias para paliar ese aburrimiento, ¿qué tal si…? ¿por qué no haces…? ¿prefieres esto otro…? Es decir, actuamos con miedo a que sientan el aburrimiento y tapamos esta sensación. Pero en realidad, no se va a solucionar el problema, pues lo que realmente están diciendo es que no saben no estar ocupados. Y esto se debe probablemente, a que los niños simplemente no presentan del suficiente tiempo libre, y que por lo tanto tampoco han podido aprender qué hacer con él cuando lo tienen.

Por ello, el aburrimiento es una sensación que todos, en algún momento podemos y debemos experimentar. El aburrimiento no es malo. Sino todo lo contrario, es algo a lo que tu hijo/a necesita enfrentarse, ya que además le informa de que necesita explorar su entorno hasta encontrar aquello que realmente le satisfaga.

Entonces ¿cómo podemos actuar?:

  1. Entender que como padre o madre no debes encontrar las alternativas al aburrimiento, ya que es posible que dé lugar a más aburrimiento, pues el aburrimiento es señal de que tu hijo/a necesite llegar a algo por sí solo.
  2. Enseñar que con el aburrimiento también se aprende, y que hay un tiempo para todo incluso para no hacer nada.
  3. La próxima vez que tu hijo/a te diga que está aburrido/a, puedes probar a sonreír y decir algo como “entiendo que estés aburrido, pero es buena oportunidad para disfrutar de tu tiempo libre y descubrir algo que sea divertido para ti.
  4. No olvidar que tú también necesitas tiempo libre, ya que el cómo lo concibes y lo que haces con tu propio ocio también va a ser un modelo para tus hijos.
  5. Llevar a cabo diferentes actividades y recursos para hablar y enfrentarse al aburrimiento.

¿Qué actividades y recursos podría hacer? Os lo presento a continuación:

  • Crear el bote del aburrimiento para acabar con la desgana de los niños y tener siempre ideas originales.
  • Proponer tareas creativas en familia: no solo ver películas, leer, oír música…sino innovar y crear actividades con ello, como por ejemplo convertirse en director de películas o crear una sala de música desarrollando una lista de reproducciones con sus canciones favoritas.
  • Jugar reciclando y reutilizando: aprovechad los residuos que se van generando y utilizarlos para hacer manualidades o crear juegos.
  • Cuidar y aprender de la naturaleza: aprovechad para plantar, coger lentejas o garbanzos y ver como germinan en poco tiempo.
  • Jugar a los disfraces y hacer teatro con los padres: vale tanto ponerse guapos como ponerse muy feos.
  • Hacer ejercicio: como por ejemplo realizar yoga en casa, los ejercicios de yoga son muy recomendables para los niños, no solo les ayuda a ejercitarse, sino que también les ayuda a calmarse y relajarse.
  • Hacer un fuerte: crear espacios con trincheras, tiendas de campaña y lugares donde esconderse. Permite que usen almohadas, cojines, mantas, sábanas y cualquier otra cosa que necesite para crear su espacio privado.

Gracias a los momentos de aburrimiento descubrimos nuestras grandes pasiones, que nos acompañarán durante un largo tiempo en nuestra vida y serán fuente de bienestar, algo fundamental si deseamos el aprendizaje de un estilo de vida en el que se incluya el autocuidado.